INICIA EL SÍNODO DE LOS
OBISPOS
SOBRE LA FAMILIA
Artículo escrito por el Pbro. Fabricio Calderón, Párroco
de la Comunidad de san Juan Diego, en Ciudad del Carmen, Cam., DIócesis de Campeche.
Hoy, domingo 5 de octubre a las diez de la mañana (hora de Roma), en la
basílica de San Pedro, el Papa Francisco celebró la misa de Apertura del Sínodo
de los Obispos, que se realiza a partir de hoy y hasta el domingo 19 de
octubre, con la finalidad de analizar «Los
desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización».
En esta III Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos participan un total de 253 personas provenientes de diferentes partes del mundo, incluyendo 14 parejas de esposos. Entre los participantes en el Sínodo se encuentran 61 cardenales, 7 patriarcas, 68 arzobispos, 48 obispos, 1 sacerdote y 6 religiosos.
A ellos se unen como invitados 16 expertos, 38 auditores y auditoras y
8 delegados fraternos, para hacer un total de 253 participantes. Con motivo de
que esta asamblea está centrada en la familia, se prestó una especial atención
a la presencia de algunas parejas casadas, padres y madres de familia.
Este Sínodo de los Obispos sobre la Familia tendrá un itinerario de trabajo en dos etapas: la primera etapa será la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos 2014, que se llevará a cabo en la ciudad de Roma del 5 al 19 de octubre de 2014, con el fin de reflexionar sobre la familia y responder como Iglesia a los grandes interrogantes y retos que nos presenta el mundo actual, y recoger testimonios y propuestas de los Obispos para anunciar y vivir de manera creíble el Evangelio en la familia
La segunda etapa será la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los
Obispos del 2015, que presentará líneas operativas para la pastoral de la
persona humana y de la familia.
El Papa Francisco ha manifestado la necesidad de «emprender un camino
sinodal innovador y original», por eso es que en este Sínodo se aplicará una
nueva metodología interna de trabajo que hará más dinámico y participativo su
desarrollo con intervenciones y testimonios, y cuyo camino tendrá presente la
continuidad hacia la segunda etapa, tras la cual se publicará el documento post
sinodal.
El Sínodo de los Obispos, no toma decisiones, sino que da las pautas para que el Papa pueda tomar las decisiones que considere oportunas respecto al tema tratad, en este caso, sobre la familia.
Siendo el tema de la familia muy amplio, los participantes presentarán sus diversas experiencias, donde se puede descubrir la belleza de la familia, así como los problemas concretos que vive la familia, tales como el problema de las familias emigrantes divididas o reunificadas, los jóvenes que no se casan, la adecuada formación y acompañamiento de los recién casados, etc.
Respondiendo a la invitación que el Papa Francisco hizo a todas las Diócesis,
comunidades parroquiales, institutos de vida
consagrada, asociaciones y movimientos para orar en los días previos al Sínodo
de los Obispos y durante los trabajos del mismo, el trabajo de los
participantes en este Sínodo estará acompañado por las oraciones del pueblo de
Dios.
En la ciudad de Roma, todos los días se orará en la Capilla de la
Virgen María, Salus Populi Romani,
de la Basílica de Santa María la Mayor, donde cada día, a las seis de la tarde,
un obispo o un cardenal celebrará la misa por la familia. Muy significativa es la
presencia de las reliquias de los beatos esposos Luis y Celia Martin, y de su hija, Santa Teresita del Niño
Jesús, así como las reliquias del beato matrimonio Luis y Maria Beltrame
Quattrocchi.
El matrimonio Beltrame Quattrocchi fue beatificado por el Papa Juan
Pablo II el 21 de Octubre de 2001, convirtiéndose en la primera pareja de
esposos en ser beatificados juntos. Por aquellos días, el Cardenal José Saraiva
Martins, entonces Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos señaló
que era imposible beatificarlos por separado, debido a que no se podía separar
su experiencia de santidad, la cual fue vivida en pareja y tan íntimamente. «Su
extraordinario testimonio no podía permanecer escondido», exclamó.
Los esposos Luis y Celia Martin, papás de santa Teresita del Niño
Jesús, fueron beatificados, también conjuntamente, el 19 de Octubre de 2008, en
Lisieux (Francia) por el Prefecto de la Congregación para la Causa de los
Santos, Cardenal José Saraiva Martins.
Durante la homilía de la Misa de Beatificación, el Cardenal Saraiva
Martins expresó: «Luis y Celia son un don para los esposos de todas las edades
por la estima, el respeto y la armonía con que se amaron durante diecinueve
años. Celia escribió a Luis: "Yo no puedo vivir sin ti, querido Luis".
Él le respondió: "Yo soy tu marido y amigo que te ama por toda la vida".
Vivieron las promesas del matrimonio: la fidelidad del compromiso, la
indisolubilidad del vínculo, la fecundidad del amor, tanto en las alegrías y en
las penas como en la salud y en la enfermedad.
Luis y Celia son un don para los padres. Ministros del amor y de la
vida, engendraron numerosos hijos para el Señor.
Luis y Celia son un don para todos los que han perdido un cónyuge. La
viudez es siempre una situación difícil de aceptar. Luis vivió la pérdida de su
esposa con fe y generosidad, prefiriendo el bien de sus hijos a sus atracciones
personales.
Luis y Celia son un don para los que afrontan la enfermedad y la
muerte. Celia murió de cáncer; Luis terminó su existencia afectado por una
arteriosclerosis cerebral. En nuestro mundo, que trata de ocultar la muerte,
nos enseñan a mirarla a la cara, abandonándonos a Dios.

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