SEMINARIO
DE CAMPECHE:
AYER,
ESPIGA; HOY, TRIGO QUE GERMINA
Artículo escrito por el Pbro. Fabricio Calderón, Párroco
de la Comunidad de san Juan Diego, en Ciudad del Carmen, Cam., DIócesis de Campeche.
«Hace
años, esta Diócesis y sus pastores ponen las bases del Seminario […],
especialmente […] el Sr. Obispo don Jesús García Ayala […] Los actuales
alumnos, en su mayor parte, son también fruto de su ilusión pastoral […] Los
esfuerzos que hoy se cristalizan como una nueva esperanza, son principalmente
los ocho alumnos de primero de filosofía, comienzo del Seminario Mayor, que así
queda hoy fundado en nuestra ciudad sede episcopal».
Estas
son las palabras con las que, hace 32 años, Mons. Héctor González Martínez,
entonces obispo de Campeche, saludó al Delegado Apostólico durante la misa en
la que se erigió el Seminario Mayor de Campeche.
Después
de tantos esfuerzos sin éxito, el 8 de noviembre de 1982 se erigió
canónicamente el Seminario Mayor de Campeche, siendo obispo de nuestra Diócesis
Mons. Héctor González Martínez, quien desde su llegada a la Diócesis, y durante
sus seis años de fecundo ministerio episcopal en Campeche, mucho se preocupó y
esforzó por la promoción de las vocaciones y el seminario, así como por la
unidad y mejor preparación del presbiterio.
La
erección del Seminario Mayor, bajo el patrocinio de san José, fue un paso
importante para la Iglesia de Campeche, una decisión, difícil y arriesgada.
«No
fue fácil empezar, pues se carecía de personal, las instalaciones eran
rudimentarias y ni los sacerdotes, ni la gente estaban muy convencidos de la
obra, acostumbrado como estaba todo mundo a que los sacerdotes vinieran, en
buena parte, de otras diócesis […] como la de Aguascalientes, la de Michoacán,
la de Guadalajara […].
Los
padres, muchos ni eran de aquí, no les interesaba mucho un Seminario, sino más
bien ir a buscar más sacerdotes de fuera que quisieran venir a Campeche; en las
familias había una indiferencia, cuando no una franca oposición a que alguno de
sus hijos viniera al Seminario», expresaba Mons. Carlos Suárez Cázares,
entonces obispo de Campeche, en marzo de 1994.
Esta
nueva etapa del Seminario de Campeche se inició con 8 alumnos, convocando a
varios seminaristas que Mons. Jesús García Ayala, antecesor de don Héctor en el
obispado de Campeche, había enviado a estudiar al Seminario Conciliar de
Morelia y dos más de nuevo ingreso.
Así,
en un acto sin precedente en Campeche, al que asistieron Mons. Jerónimo
Prigione, Delegado Apostólico en México, Mons. Manuel Castro Ruiz, (Arzobispo
de Yucatán), Pbro. Luis Miguel Cantón (Rector del Seminario Conciliar de
Yucatán), Mons. Rafael García González (obispo de Tabasco), Pbro. Rafael López
(Vicario General de la Diócesis de Tabasco), el 8 de noviembre de 1982 se
expidió el Decreto Fundacional del Seminario Mayor de Campeche en su sección de
Filosofía, firmando este histórico documento Mons. Héctor González Martínez y
el Delegado Apostólico.
Dicho
documento, a la letra, dice: «Considerando la notable escasez de clero local en
nuestra Diócesis y la necesidad de formarlo enraizado y comprometido en su
realidad. Considerando la importancia de un centro de estudios a nivel superior
que oriente e influya luminosamente en la Diócesis […] Considerando que se dan
las suficientes condiciones materiales y personales favorables para iniciar un
centro de estudios filosóficos, y oído el parecer del Consejo Presbiteral.
Por
el presente Decreto fundamos en nuestra Diócesis y Sede Episcopal el Seminario
Mayor, en su sección de filosofía […] Le damos por titular a san José, bajo
cuyo patrocinio viva, crezca y florezca para bien de la Diócesis. Hacemos
providencias para dotar a esta hermosa institución de mejores elementos
formativos, dotándola de Reglamento; preparando personal, iniciando la
Biblioteca y construyendo la Capilla».
La
bendición de la primera piedra de la Capilla del Seminario Mayor la realizó
Mons. Jerónimo Prigione el 9 de noviembre de 1982, al día siguiente de la
fundación del Seminario; en esa primera piedra pusieron todas sus esperanzas el
entonces Obispo de Campeche y algunos sacerdotes y fieles, ansiosos por tener
un seminario propio.
«Si
el Seminario es el corazón de una diócesis […], esta Diócesis de Campeche nació
enferma de su corazón; pero […] ya se está curando: el último trasplante que ha
sufrido ya ha durado diez años y parece que el cuerpo no lo ha rechazado. La
Diócesis […] tiene una nuevo, generoso y juvenil corazón».
Con esas palabras se refirió al Seminario de Campeche Mons. Carlos
Suárez Cázares, en 1992 con motivo del décimo aniversario de esta institución.
Y es que cuando se inició el Seminario muchos no creían en él. Se decía
que en Campeche era casi imposible que surgieran vocaciones al sacerdocio, que
pronto se iba a cerrar como había sucedido en los anteriores intentos de
establecer un seminario en Campeche, etc.
Afortunadamente nada de eso sucedió, por lo que hoy, sábado 8 de noviembre
de 2014, estamos celebrando el trigésimo segundo aniversario de la fundación de
nuestro Seminario.

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